La República Federal de Nigeria, integrada por 36 estados, es uno de los países más populosos del continente africano. Ubicada en el sur de la costa de África Oeste, limita al norte con Níger y al noreste con Chad, al oeste con Benin, al este con Camerún y al sur con el Océano Atlántico.
El país puede dividirse geográficamente en varias regiones: el norte es la región más seca debido al viento del Sahara (“Harmattan”), con zonas de mesetas y sabanas en donde se cultivan productos de exportación como el algodón y el maní; el centro, con llanuras cubiertas por sabanas muy poco pobladas; la región del sur, con tierras más bajas y lluviosas en donde se concentra gran parte de la población y se cultiva el cacao y la palma oleaginosa; el este, en donde se produce petróleo y se encuentra la población cristianizada de la etnia ibo; el oeste, en el área de Lagos e Ibadán, que se caracteriza por su actividad industrial y su etnia yoruba que es parcialmente islamizada; y por último, la costa, con una franja de terreno pantanoso y de manglares.
Debido a esa diversidad de zonas, el país cuenta con variados recursos económicos como la agricultura, la minería, la actividad naval y forestal que permiten la producción de frutas de campo y alimentos. A pesar de esto, para el Gobierno, el foco económico está en la actividad petrolera y en la institucionalización de la democracia.
Desde la declaración de la independencia de la colonia británica en 1960, la historia de Nigeria fue dominada por regímenes militares, golpes de estado y sucesiones de hechos violentos. El sistema político es muy joven y hoy está viviendo el período más extenso de gobierno civil en su historia.