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15/12/2016
Perspectivas y oportunidades de negocios relacionadas al consumo de alimentos 2016-2025

Desde el área de Información Técnica y Comercial de la Agencia ProCórdoba, deseamos darle a conocer un análisis general a nivel mundial acerca de las "Perspectivas y oportunidades de negocios relacionadas al consumo de alimentos 2016-2025".

A mediados de 2014, el comercio a nivel global ingresó en una segunda fase de contracción tras la recuperación de aquella suscitada tras la crisis financiera de 2008-2009. Si bien en la actualidad esta contracción no es tan profunda como la observada en ese momento, la fuerte baja de los precios internacionales y el débil crecimiento de volumen confluyen en que sea relativamente más prolongada. Sumado al hecho de que, a diferencia de lo ocurrido en aquel momento, los países en desarrollo no han logrado mitigar los impactos negativos, sino que, por lo contrario, los han retroalimentado.

Particularmente, los precios de los principales cultivos, la carne y diversos productos alimentarios han disminuido en los últimos años tras haber alcanzado máximos históricos, lo que probablemente implique el fin de la era de precios altos en estos sectores e impone nuevos desafíos. Entre los principales factores que explican estos precios más bajos, se encuentran el crecimiento robusto de la oferta por varios años, una mayor acumulación de existencias ya abundantes y la desaceleración económica global.

De acuerdo al informe de Perspectivas 2016-2025 realizado por la Organización de la ONU para para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se espera que en los próximos 10 años el crecimiento de la demanda de alimentos disminuya progresivamente. Principalmente, por la menor tasa de crecimiento poblacional mundial y el incremento relativamente más débil en los ingresos en las economías emergentes.

No obstante, teniendo en cuenta los datos arrojados por dicho informe, el 95% del crecimiento poblacional se concentrará en los países en desarrollo alcanzando hacia 2023 una población de 6.7 mil millones de personas, motivo por el cual se puede establecer que se constituirán en el principal motor de la demanda de alimentos.

Del mismo modo, los mayores incrementos en los ingresos per cápita, aunque a tasas relativamente menores, se presentará en los países en desarrollo, donde la elasticidad de ingreso de la demanda es relativamente mayor, es decir, hay una mayor propensión a gastar ingresos adicionales en alimentos.

Este último factor se encuentra asociado intrínsecamente a los cambios de hábitos de consumo. Inexorablemente, a lo largo del desarrollo de los países se presenta una transición nutricional, en la cual los mayores ingresos se traducen primero en la demanda de más calorías y, luego, en la demanda de más proteína, principalmente de origen animal, así como otros nutrientes derivados de frutas y verduras y producto lácteos.

Esto genera en los países en desarrollo una tendencia de mayor consumo de azúcar, aceites y grasas y alimentos procesados en general.  Por otro lado, en los países desarrollados, donde hay crecientes niveles de sobreconsumo, existe una tendencia particular a consumir más carnes y productos lácteos, así como aceites vegetales y edulcorantes.

Este contexto, si bien resulta complejo y desafiante para las economías latinoamericanas en general, y de la Argentina y Córdoba en particular -donde las manufacturas de origen agropecuario constituyen el 48% de las exportaciones de bienes- ofrecen importantes oportunidades en los próximos años.

Más información:

*OECD/FAO (2016), OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2016-2025, OECD Publishing, París.

Disponible en: http://dx.doi.org/10.1787/agr_outlook-2016-es

*Cambio de marcha: América Latina y el Caribe en la nueva normalidad del comercio global.“Monitor de Comercio e Integración 2016”. Paolo Giordano y Alejandro Ramos. Banco Interamericano de Desarrollo.

Disponible en: http://dx.doi.org/10.18235/0000228